La  7ª Revisión del Manual de Reformas de Vehículos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ya es una realidad. La norma actualiza los requisitos que hay que complir para regularizar las modificaciones que puedan hacer, entre otros autos, las autocaravanas. Es decir, la homologación de elementos como placas solares, portabicis, toldos, antenas parabólicas… e introduce nuevos códigos de reforma.

La resolución dictada por la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, publicada en el BOE el pasado 4 de agosto contempla un período transitorio para regularizar, mediante trámite administrativo, las modificaciones realizadas en los útimos años por miles de autocaravanistas -un colectivo que supera las 60.000 miembros en todo el país- con el fin de mejorar las prestaciones de sus vehículos.

Tal como señala la disposición tercera de la 7ª Revisión del Manual de Reformas “hasta el 1 de noviembre del 2024 o la próxima inspección técnica periódica que le corresponda al vehículo, si es  más tarde, la anotación en la tarjeta ITV de los vehículos que instalan placas solares, toldos, antenas parabólicas o dispositivos para soporte de carga en vehículos no aptos para remolcar, se podrá realizar mediante diligencia administrativa, siempre que el dispositivo objeto de la anotación haya sido instalado con anterioridad al 1 de noviembre de 2022”.

En este tiempo “sólo hay que llevar el vehículo a la ITV, hacer una declaración responsable y pagar las tasas correspondientes y la ITV actualiza la ficha técnica de la AC” explica el presidente de la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA), Manuel Fernández Arruty. Finalizado el período transitorio tendrá que ser un instalador oficial el que cualquier reforma.

En esta declaración responsable (un formulario-tipo)  el firmante señala que la instalación del elementos a homologar (placa solar, toldo…) “se hizo respetando las instrucciones del fabricante del vehículo y del dispositivo o pieza añadida, por un taller autorizado, y por tanto, no compromete la seguridad de los ocupantes del vehículo ni la de los demás usuarios de la vida pública”.

AGA fue una de las asociaciones que, en su día, presentó alegaciones contra la 7ª Revisión del Manual de Reformas de Vehículos, que en su borrador contemplaba, entre otros potenciales prejuicios para el colectivo, la retroactividad de la norma.