“ Queremos aumentar la base social para ser la voz de los autocaravanistas gallegos y fortalecer la interlocución con las administraciones”
Texto: BEGOÑA MÁRQUEZ. Fotos: MIGUEL RIOPA.
Al minuto uno de constituirse la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA), allí estaba Manuel Ángel Fernández-Arruty Ferro para inscribirse. Los siete primeros carnés fueron los de los socios-fundadores. El suyo es el nº 9. Corría el año 2006 y ya sumaba a su espalda 15 años de afición y práctica del autocaravanismo, un mundo en el que se adentró de la mano de un buen amigo con el que sigue compartiendo la pasión por esta forma de viajar: sin ataduras, sin horarios, en libertad. España, Portugal y Francia no tienen secretos para Manuel desde que descubrió que una autocaravana es una puerta abierta al mundo.
Presidió Aga en el bienio 2008-2010. Regresó a la Presidencia en 2016. Hace apenas un mes la asamblea de socios renovó su confianza en Manuel Fernández-Arruty. Del autocaravanismo, de AGA, o de los próximos planes para la Asociación habla en esta entrevista.
Comencemos dando un paso atrás. ¿Qué destacaría del mandato que acaba de finalizar?
La pandemia que nos sacudió a todos: a cada uno individualmente y a la asociación como tal pues nos obligó a aplazar la renovación de la directiva un año. En este período destacaría: por una parte, la aprobación del decreto de turismo en el que, por primera vez, se contempla la creación de áreas de autocaravanas privadas e, por otra, el fortalecimiento de la relación con la Fegamp -Federación galega de municipios e provincias- con la que tenemos un comunicación muy fluida. Respeto a la Asociación hubo dos cuestiones importantes: la actualización de los estatutos de AGA -los que teníamos eran los de su fundación en el año 2006- y la creación de una aplicación que nos va a permitir tener datos de ocupación de las áreas de Galicia.
¿Qué queda por hacer para que sea aún más atractivo, para avanzar es la apuesta por este tipo de turismo?
El gran problema que tenemos es que somos el único tipo de turismo del que no hay datos oficiales (de ocupación, gasto medio…), no se sabe que repercusión real tiene. Galicia sí es un destino cada vez más utilizado por los autocaravanista: en cuanto a áreas estamos bastante bien dotados, somos acogedores y tenemos mucho que ofrecer. Pero tenemos que tener el autocaravanismo en cuenta de una manera más intensa, hay que concienciar a la administración de la necesidad de ir siempre un paso por delante.
¿Somos destino de autocaravanistas nacionales o internacionales?
De los dos. En autocaravanas se da el dato curioso de que los extranjeros nos visitan más en invierno: autocaravanistas del norte de Europa, de Francia o Alemania que vienen al sur del continente, a Portugal y España, y al norte de África -a Marruecos principalmente- a pasar el invierno. Muchos de ellos pasan por Galicia sobre todo en setiembre, octubre y noviembre y también es habitual verlos en abril, mayo y junio. Por su parte, el turismo nacional es más visible en verano, en julio y agosto, aunque es un goteo durante todo el año.
¿Son las administraciones públicas sensibles a las necesidades y demandas de los autocaravanistas?
Sí, son sensibles. Cada vez lo ven más claro: es un turismo que está ahí, que ha llegado para quedarse, que cada vez mueve a más gente y durante todo el año. Sin embargo, la administración va lenta, no va a la velocidad que nos gustaría, pero si comparamos la realidad de hace 15 años con la de ahora, la diferencia es considerable.
¿Es la administración de proximidad -los ayuntamientos- la más sensible?
En España, el turismo está descentralizado. En Galicia, la competencia es de la Xunta. AGA tiene una relación más cercana con los concellos, es más fácil, pero con la Xunta, con Turismo de Galicia, no hay problema para reunirnos y hablar, tenemos una comunicación abierta y permanente. Con los ayuntamientos tratamos temas más concretos, de más fácil solución mientras que con Turismo de Galicia tratamos cuestiones más genéricas y de temas a medio y largo plazo.
La pandemia marcó un antes y un después en todos los campos, parece que disparó también el interés por el autocaravanismo…
No es del todo cierto. Entre el 2015 y 2019, la venta de autocaravanas crecía un 40% cada año pero si nos fijamos en el 2020 las ventas decrecieron y en 2021 se mantiene como el año anterior. Desde el punto de vista de las ventas hay un estancamiento. Realmente creo que no se ha producido esa explosión, lo que se sí ocurrió es que muchos autocaravanistas de Galicia y de España, debido a la incertidumbre de las restricciones post-pandemia, en vez de salir al extranjero se quedaron en territorio nacional y optaron por viajar a , y por, Galicia que tiene mucho que ofrecer: paisajes, gastronomía, cultura… y servicios. Yo creo que lo que se ha disparado es la visibilidad.
Comienza un nuevo mandato ¿Cuáles son los retos que afronta AGA como asociación cara al 2022?
El primero es mejorar la comunicación interna con nuestros socios. Tenemos casi 800 y es complicado llegar a todos, pero nuestro objetivo es que estén al día de lo que se hace en AGA. También queremos aumentar nuestra base social para ser la voz de los autocaravanistas gallegos y fortalecer la relación e interlocución que tenemos con las administraciones (Turismo de Galicia, Fegamp…). Por otra parte, nuestra intención es diseñar y organizar rutas de autocaravanas para socios y finalizar la implementación de la app para poder tener datos de ocupación de las áreas públicas de autocaravanas de Galicia. Nuestro objetivo es seguir siendo la asociación más numerosa y representativa de España.